Secretos de Imoq (versión «light»)

La idea de escribir esto me estuvo rondando por varios días en la cabeza, desde que leí los secretos de Smellinda Linda, y pocos días después Lalo se atrevió a contar los suyos. Finalmente me dije, ¿por qué no?, y me he atrevido a publicar algunos míos. No son «secretos» porque sea algo que nadie debe saber, sino más bien porque muy pocas personas lo saben, ya sea por el hecho de que nunca lo he contado o por alguna otra razón. También me doy cuenta que debo publicar una versión «light» de los mismos; todos tenemos algunos «secretos íntimos» en nuestras vidas que jamás le haremos saber a nadie. Yo no soy la excepción, pero he aquí los «publicables» que se me ocurren:

• Cuando era niño siempre recogía animales en la calle, mi mamá decía que quería convertir la casa en un zoológico… ahora que «he crecido» sigo teniendo el mismo impulso de hacerlo, y a veces lo hago (las tres perras que tenemos son adoptadas).
• A menudo me siento más cómodo estando con alguien quien habla poco y lo que habla es sustancioso. A mí no me parecen incómodos los silencios prolongados cuando me encuentro con algún(os) amigo(s).
• Me encantan los carros y la velocidad. Disfruto de la adrenalina de manejar a 200 km/h y ya lo he hecho en varias ocasiones… pero no sé nada de mecánica, ni siquiera sé cambiar una llanta.
• Mis historias favoritas incluyen vampiros, brujas, fantasmas y toda clase de seres sobrenaturales… pero no creo en nada que no sea perfectamente racional, aunque muy dentro de mí a veces me gustaría que fuera cierto.
• Sueño poco, pero cuando lo hago mis sueños son tan vívidos que durmiendo puedo llorar o carcajearme a más no poder, y he despertado así.
• Hablando de sueños, mi sueño favorito y que es más o menos recurrente tiene que ver conque vuelo, pero no en un avión sino por mí mismo, tipo «superhéroe» o vampiro. Ayer soñé que volaba tan alto que salía del planeta y de la galaxia y deambulaba volando por el universo.
• Secretamente quisiera que los superhéroes (con superpoderes) existieran y que no fueran producto de la fantasía colectiva.
• Desde 1992, cuando tenía 16 años, empecé a escribir un «diario» electrónico. Escribía regularmente y dejé de hacerlo en el 2000, pero es un documento de alrededor de 500 páginas que nadie además de mí jamás ha leído… ni creo que lo haga algún día, pues ahí cuento situaciones muy personales e involucro a otros individuos.
• Sigo escribiendo cosas íntimas que me suceden, pero no en mi diario ni en ImoqLand…
• Me cuesta mucho trabajo lidiar con la muerte, porque las únicas dos muertes de personas que me han afectado han sido amigos adultos quienes de alguna manera vieron por mi bienestar cuando yo era más joven.
• Mi familia, la que quiero, consta de Ariel, mis papás, mis hermanos, mi cuñada y mis sobrinos. El resto de la familia (tíos, primos, abuelos, etc.) son como ajenos a mí, y no existe aprecio genuino por ellos, además de los lazos familiares de rigor.
• Siempre me quejo de la gente que «le vale» en la oficina y llega a trabajar tarde todos los días sin ninguna clase de remordimiento, o simplemente no hace su trabajo como debería hacerlo… aunque creo que internamente es más bien envidia porque yo no puedo ser de esa manera.
• Siempre estoy contando cosas en mi cabeza. Las cosas que están a mi alrededor, en mi entorno cotidiano, las tengo bien contadas, como el número de libros en el librero, o los pasos que tengo que dar para salir caminando de la colonia, o el número de minutos que faltan para que termine la hora.
• Cuando estaba en la secundaria siempre participé en concursos de matemáticas, cuando estuve en la prepa fui a un concurso nacional de matemáticas en el último semestre… y cuando entré a la carrera reprobé el primer semestre de matemáticas.
• Siempre fantaseo conque no me voy a morir ni a enfermar nunca. Quisiera ser invulnerable, quisiera ser inmortal.
• Nunca me he emborrachado «por sentirme mal» (desprecio, despecho, coraje, etc.) y siempre que lo he hecho es porque hay una fiesta o algún motivo de celebración.
• Nunca en la vida he probado alguna droga ilegal, como la mariguana u alguna otra… y ni se me antoja, no tengo curiosidad al respecto.
• Me encanta viajar y quisiera conocer muchos lugares del planeta que tengo en la cabeza antes de cumplir los 50 años.
• Cuando era niño crecí en un ambiente «semi-religioso», pues mis papás nos llevaban a la iglesia cada domingo, en verano participábamos en «escuelas bíblicas de vacaciones» y todo eso… y ahora no creo en ninguna religión.
• Siempre digo que «no sé si existe dios», me considero más bien agnóstico, pero a veces platico con él.
• Cuando tenía 15 años «se me declaró» una mujer de 45, aunque por razones obvias nunca le hice caso.
• Desde niño me dijeron que el sexo era para «los mayores de edad», así que supe que «mi primera vez» sería hasta que cumpliera los 18 años… y así fue.
• Siempre que veo en la calle a un niño o niña pidiendo dinero tengo un intenso conflicto moral: por un lado siento deseos de darle todo lo que pueda, pero por otro sé que atrás de ellos hay un adulto explotándolos y que no debería darles efectivo, sino algo de comer.
• Valoro mucho la amistad y me relaciono cotidianamente con mucha gente… pero tengo pocos verdaderos amigos, muy pocos, tal vez.
• A la mayoría de personas les gusta mentirse y decir que hacen ejercicio para «estar sanos». Yo he admitido eso en público, pero por dentro sé que me gusta hacerlo para verme mejor.
• Odio las mentiras y cada que tengo que mentir, aunque sea por una nimiedad y que todo el mundo lo hace, siento un conflicto moral interior.
• Cuando era niño mis papás nos compraron un pollito a mis hermanos y a mí. Me gustaba tanto que un día me dormí con él y lo aplasté mientras dormía. Amaneció muerto a mi lado y lo metí a su jaula. Jamás les dije que yo lo había matado.
• Quisiera que existiera un dispositivo que permitira mostrar a la gente lo que tengo en mi cabeza, como si fuera una película pero mucho más vívida. Creo que algún día existirá, pero temo no vivir para llegar a verlo.
• Desde que empecé a escribir este post no he dejado de hacerlo y temo regresarme a leer y borrar algunas de las cosas que he escrito, así que lo publicaré inmediatamente.

Quién sabe, se me ocurrió que con esto tal vez se pueda iniciar una «cadena de secretos» (como lo hicieron Smellinda y Lalo) y la gente revele algunas cosas que son hasta cierto punto íntimas pero que no haría daño hacerlas públicas. Se siente bien, sientes que respiras.

Por cierto, y hablando de secretos, si alguien quiere visitar un excelente sitio de «secretos colectivos», les recomiendo PostSecret, realmente es muy bueno (está en inglés).

¿Cuáles son tus secretos?