Inicia la tercera semana en «la gran ciudá», y «el río va tomando su curso»
Alguna vez escuché ese dicho y creo que resulta apropiado para describir cómo me siento en este momento.
Después de las mil y un peripecias de la semana pasada finalmente tuve una semana relativamente normal y definitivamente de mucho aprendizaje.
Aprendí que, si realmente así lo deseo, puedo estar en Cuernavaca cualquier día que me sienta con ganas de así hacerlo, como el miércoles pasado que tenía nostalgia y me vine a casa saliendo del trabajo. Llegué a Taxqueña a eso de las siete y cuarto de la tarde, compré un boleto de autobús y a las nueve de la noche ya estaba en Cuernavaca, en donde me recogió Ariel y fuimos al cine. Todavía saliendo pudimos convivir un rato, aunque ya casi era hora de dormir. Por supuesto que estas decisiones precipitadas también tienen sus consecuencias, pues al siguiente día me tuve que levantar a las seis de la mañana para poder estar a las nueve en el trabajo: casi lo logro, pues «sólo» llegué quince minutos tarde; todo un logro viniendo desde Cuernavaca en transporte público. De todas maneras, aprendí que es posible lograrlo.
Durante esta semana vi varios días a Jorge con quien estoy haciendo un proyecto que espero que muy pronto vea la luz. Un día (creo que fue el jueves) me llevó a comer a un restaurante de comida China que tiene bufet (¡no, por favor! con lo glotón que soy) y el cual queda convenientemente cerca del trabajo ;). Otro día también salí con Sam a quien finalmente conocí en persona después de años y años que habíamos charlado sólo por Internet. Aprendí que puedo llevar una vida social relativamente «normal», aunque no esté en mi ciudad.
Respecto al trabajo, las cosas no hacen sino mejorar. Al principio me sentía desubicado pero ahora mis funciones están cada día más definidas y me siento satisfecho y emocionado porque he debido aprender a hacer cosas nuevas (muchas de esas cosas ya sabía que debía aprenderlas pero simplemente lo había postergado), así como aplicar mis conocimientos a otras que me piden. Un día de la semana me abrumó al ver la lista de proyectos que debían realizarse, pero me tranquilizó cuando me aclararon que eran proyectos para todo el año. ¡Así sí!. Espero que en este aspecto las cosas sigan mejorando, pues hasta ahora todo ha sido para bien. ¡Aprendí que aún tengo mucho qué aprender!.
Éste fue un «fin de semana largo» para todos los mexicanos y a pesar de apenas llevar un par de semanas trabajando, pude gozar de los beneficios que por ley se otorgan y hoy tuve el día libre. Eso no fue todo: nos avisaron que el viernes saldríamos a las tres de la tarde de la oficina, por lo que ¡el fin de semana se hizo aún más largo!. Felicidad absoluta :). Aprendí que aún «los novatos» tenemos garantías :D.
El viernes llegué por la tarde/noche a Cuernavaca. Ariel tenía aún cosas qué hacer en el laboratorio, por lo que estuve solo en casa por algunas horas, pero aproveché para dedicarle otra vez un buen rato a mi adictivo FFXI. Por la noche, cuando Ariel llegó, vimos un rato la televisión y nos dormimos.
El sábado Ariel tenía que ir temprano al laboratorio (¡a las 8 de la madrugada!) y casualmente yo había hecho también un par de citas en la UAEM (bueno, mejor dicho en el Campus Morelos de la UNAM, pero están físicamente en el mismo lugar) a las once de la mañana para definir algunos pequeños detalles de mis proyectos previos que aún tengo pendientes de entregar, y ahí estuve hasta la una de la tarde, hora en la que casualmente (¡sí fue casualidad!) Ariel también se desocupó por lo que nos fuimos juntos. Pasamos a desayunar unas ricas «super tortas» de Zapata (jojojo :D) y después fuimos con Nancy en donde me cortó el cabello (¡que buena falta me hacía!). Nos dirigimos rápidamente a la casa, a bañarnos pues mi mamá me había llamado por teléfono para que fuéramos al cine, cosa que hicimos para después comer con ellos y despedirnos. Regresamos a descansar a casa.
Quedamos de acuerdo con mis papás y los papás de Ariel para ir ayer domingo a Malinalco, en el Estado de México «a comer truchas», y hacía allá nos dirigimos después de recoger a los papás y hermana de Ariel y llegar a casa de mis papás. Confieso que hace ya muchos (¡muchos!) años yo había estado en Malinalco, pero realmente no recordaba cómo era el pueblito. Cuando llegamos me pareció sospechosamente «una copia pirata» de Tepoztlán, pero obviamente nada qué ver, sólo fue mi percepción inicial. También es un pueblito turístico, de esos que les dicen «mágicos» en donde puedes ver muchas cosas, escalar a una pirámide (cosa que no hicimos en esta ocasión :P), visitar un convento y sobre todo gozar de lo que la mayoría de visitantes hace: una suculenta trucha preparada de mil y un maneras. Estuvimos algunas horas ahí, hasta que emprendimos el camino de regreso a casa, algo cansados pero relajados de haber visitado y departido en familia. Hay fotos, pero se quedaron en la cámara de mi papá, las subiré cuando tenga oportunidad de hacerlo.
Hoy lunes a Ariel se le antojó ir a nadar, por lo que hicimos lo propio y fuimos a la Ex Hacienda de Temixco, más por comodidad pues nos queda a 5 minutos de la casa, manejando. Estuvimos ahí como desde medio día hasta las seis de la tarde, cuando regresamos a Cuernavaca. Terminamos algo asoleados y requemados, aunque no tanto como me habría gustado (para mí, entre más moreno, mejor :P). Por la radio escuchó Ariel que los integrantes de Moenia estaban firmando autógrafos de su nuevo disco «Solar» en Galerías Cuernavaca, por lo que fuimos ahí y Ariel compró el disco y consiguió los autógrafos de los tres. Más tarde comimos hamburguesas (no recuerdo el nombre del lugar, pero está sobre Río Mayo, antes de llegar a Galerías… ¡sabrosísimo!) y fuimos a comprar comida para las hijas, regresamos a casa y heme aquí, con uno que otro pendientes pero poniéndome al día con el blog.
Mañana saldré muy temprano (probablemente a eso de las seis y media de la mañana) hacia la Ciudad de México a iniciar una semana de trabajo otra vez. Sólo que en esta ocasión con una actitud diferente, pues me voy dando cuenta cada vez que los cambios no son precisamente malos y que hay que saber aprovechar las cosas como vengan. Sí, Imoq ahora trae una nueva actitud (¡gracias, Lalo!) así que… ¡ten cuidado! :P.
que bueno que ya te acostumbraste a no acostumbrarte … y como tu mismo lo dices el dia que gustes te puedes ir a donde gustes ya sea a cuerna o con tus amigos de roll… un abrazote 😉
Sè que mi comentario no tiene nada qué ver con tu post y también sé lo molesto que es que desconocidos te pidan ayuda así de la nada, además de que también tienes trabajo y cosas qué hacer, pero te agradecería mucho me ayudaras. El problema es que acabo de crear un nuevo blog y lo quiero inscribir a blogueros gay,mandé el correo a la dirección allí indicada, pero no he rcibido respuesta, además me pedían el feed, yo puse el que creía que era y a lo mejor está mal y por eso no he sabido nada. Sè que tú estás inscrito allí y a lo mejor tienes contacto con el encargado de la página. Quisiera saber qué ha pasado y por qué no he tenido respuesta. Mi blog es: cronicasdeunadoblevida.blogspot.com Perdón por molestar, te agradacería infinitamente que me ayudaras.
Todo toma su normalidad… Es cuestion de darle tiempo! Y tu que estabas de histerico jajajaja
Malinalcooooo! Se me antojo una trucha 🙁 Pero tendre que ir entonces a La Marquesa 😀 jajaja… Me queda mas cerca, aunque no puedo ir yo solo todavia.
Aloha! Un saludo sr. Imoq!
Lalo.
Qué bien que ya estás más hecho a la idea. Uno se adapta a todo, mi querido Imoq, menos a no comer.
No me lo vas a creer, pero a pesar de ser tan pata de perro nunca se me hizo ir a Malinalco en la época en que viví en Cuernabaches. Como que en esa época no se me antojaba mucho salir yo solo, aunque fue también el punto en que eso empezó a cambiar en mi vida. Ultimamente me pongo medio nostálgico de pronto… será que se me está adelantando (!) la andropausia? Jesús del Huerto!!
a todo se acostumbra uno menos a no comer y a no dormir.
Me da mucho gusto ver que las cosas estan tomando un buen curso para ti, pero mas gusto me da el tono y la actitud de tus ultimos posts. Se te oye de lo mas bien y me alegro por ambos porque esto a final de cuentas los afecta (positivamente) a ambos.
Felicidades
CravinOxygen:
Pues sí, pero ya ves que ni nos hemos visto… 🙁 ¡y ya voy para cuatro semanas aquí! :-O
Anónimo:
Sí, el (ir)responsable de hacer eso soy yo pero simplemente no lo he hecho; tengo un montón de correos qué atender. Lo siento.
Lalo Jordan:
Pues histérico sigo, ¿cómo ves? 😛 Cuando quieras vamos por truchas a Malinalco 😀
Gildardo:
¿Cuándo me adaptaré, cuándo? 🙁
control_zape:
No estoy durmiendo bien 🙁
kinetexas:
A veces «bien», a veces no tanto… pero ahí la llevamos :). ¡Un abrazo!
Article742.. Peachy 🙂