Fuerza Bruta – «Boys in the pool»: ¡Espectáculo alucinante!
En ocasiones es difícil describir algo que se vive o que se ve y se usan expresiones como «es totalmente diferente a todo lo que has visto», aunque creo que en estos momentos aplica más que en ningún otro.
Hace algunas semanas Jorge nos metió la espinita de ir a ver este espectáculo y la verdad es que no me dieron tantas ganas de princpio, se me hizo como algo «cool» pero no entendía muy bien de qué se trataba. Al investigar un poco más sobre el show (entrando a la página oficial en inglés o a su contraparte mexicana) me interesé y «nos dejamos convencer» de ir a verlo ;).
Pues bien, como dije al principio, es algo extraño, diferente y difícil de explicar, pero lo intentaré: el performance se trata de todo un despliegue impresionante de tanto capacidad técnica como humana, apoyados por una infraestructura (jeje va para ti, George :P) que permite presentar un espectáculo, completamente junto al público en donde tus sentidos se acentúan al máximo en el festín de música, luces, colores, olores, papel blanco, agua, viento, baile alocado, interacciones reales y lo que no podría describir de otra manera más que como alucinaciones: los actores interpretando sus muy peculiares papeles en esta magistral obra «tecno-urbana».
Comienza más o menos así: estás en un cuarto enorme con todo mundo de pie y de algún lugar del escenario (dependiendo de dónde estés parado el espectáculo puede cambiar; estás tú inmerso en él) aparece un hombre con aspecto de algún oficinista urbano de cualquier ciudad del mundo, caminando, siempre avanzando en una suerte de caminadora eléctrica que va sobre una plataforma que se desliza en sentido contrario y que da el efecto de que sigue yendo hacia el frente. De repente empieza a correr desesperadamente: en un momento hay viento, lluvia y su desesperación se puede notar. Cuando menos te lo esperas: un estruendoso balazo en su pecho y cae, empieza a soñar, a alucinar.
Por todos lados se presentan diferentes espectáculos dentro de su tiempo, siempre perfectamente coordinados y apoyados por un montón de rieles que permiten la aparición y desaparición de escenarios y superficies, con personas realizando diferente suerte de acrobacias sobre éstas, generalmente en posición horizontal, siempre sobre el público.
El espectáculo dura 65 minutos y el clímax de éste (y lo que cambio precisamente anoche) es que hacia el final aparece una especie de alberca gigante en donde nadan, se deslizan y se golpean cuatro chicas, aunque en esta ocasión se trató de 3 chicos y una chica. Esta «alberca» se mueve hacia abajo, llegando a centímetros del público quien puede tocar la superficie mientras ve los cuerpos deslizándose sobre ellos, en una suerte de espectáculo erótico completamente alejado de la vulgaridad. Es, simplemente… onírico. Al final, después de que se presenta y se ovaciona a los actores y técnicos (¡mis más profundos respetos para todos ellos!) una muy alocada y peculiar DJ nos invita a perdernos en un rave y… si te atreves puedes bailar en el centro, junto a los actores bajo un gran chorro de agua. ¿Qué importa si terminas empapado? ¡Es una fiesta!.
El cambio de mujeres por hombres, llamado ya «Boys in the Pool» se volverá a presentar por segunda y última vez (según anunciaron) el próximo 9 de julio.
Como puedes ver, me cuesta trabajo explicar de qué se trata todo esto pero definitivamente creo que vale la pena verlo, con creces. Se presenta en la «Carpa Santa Fe» y los boletos se pueden adquirir por TicketMaster y un montón de lugares más. Si tienes oportunidad de verlo, ¡hazlo!.
Permiten tomar fotografías pero solamente sin flash. Obviamente estuve embelesado con todo lo que se presentaba por lo que ni recordé de tomar fotos, sólo unas pocas ya casi al final. También tomamos algunas fotos antes de que empezara el evento, pero ésas son de nosotros :P. Jorge filmó un pequeño video del rave mojado; si se fijan bien, por ahí andará Alfredo empapado ;). Dejo, pues, un enlace a la micro galería de las poquísimias fotos que pudimos tomar:
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– Henry