¡Adiós, Madrid! Bonjour, Paris, Ville de la lumière!

Finalmente tengo algo más de 5 minutos para leer mi correo y puedo escribir, aunque sea brevemente, sobre los días anteriores.

Cuando escribí rápidamente hace algunos días me encontraba realmente cansado pero ni por error imaginé el nivel de cansancio que se puede lograr tan sólo de caminar y conocer, conocer y seguir conociendo. Es un cansancio físico mayor, pero realmente vale la pena. Algo aprendí en Madrid y lo aplicaré para el resto del tiempo de vacaciones: es física y mentalmente imposible hacer todo lo que quisieras hacer e ir a todos los lugares que te gustaría. Peor aún: Si entras a algún museo o sitio interesante o bien le dedicas todo el día (o varios días, en muchos de los casos) o bien mejor solamente ves lo que te interesa (ya sea que previamente investigues qué hay adentro o lo encuentres mientras caminas) y te sales de ahí, perdiendo mucho de lo que hay para ver… ¡pero es que son tantas cosas! Además, he querido en este viaje conocer por un lado la cultura de las ciudades que visito, los sitios de interés general y turísticos must-to, por supuesto, pero por otro lado como siempre nos ha gustado a Ariel y a mí en nuestros viajes, nos gusta conocer las parte de la ciudad en donde vive la gente, convivir con ellos, platicar y conocer a fondo cada lugar en donde estamos sin dejarnos arrastrar solamente por los sitios turísticos. Es por eso que no viajaremos mucho, sino que estaremos el mayor tiempo posible en cada ciudad que visitemos. Si a todo lo anterior le sumamos que no queremos perdernos ningún detalle de la vida nocturna ni de diversión de los lugares, pues estamos fritos. En Madrid nos sucedió eso: noches de pocas (¡muy pocas!) horas pues llegar de la parranda a las 4 o 5 de la mañana y levantarnos antes de las 9 para no perder horas del día (que son muchas, por cierto; sigo gratamente sorprendido porque anochezca pasado de las diez de la noche y amanezca antes de las seis de la mañana :D) puede llegar a ser agotador. Después de esta no-tan-breve aclaración procederé con el (ahora sí, espero) breve relato:

En Madrid fuimos a todos los lugares turísticos «de rigor». Nos hospedamos en la calle Valverde, muy cerca de «La Gran Vía» (casi en la esquina) y también a pocas cuadras de «La Chueca». El primer día visitamos La «Plaza de España», en donde está el «monumento a Cervantes» y posteriormente fuimos a los «Jardines de Sabatini», justo atrás del Palacio Real, el cual visitamos inmediatamente después; el cual, por cierto, tiene una iglesia construída ex professo justo a un lado, con la arquitectura de ambas construcciones concordante. De ahí fuimos a la «Plaza Mayor», el cual es un lugar de reunión muy importante en Madrid, para después trasladarnos a «La puerta del Sol», la cual supuestamente es el centro físico de Madrid y de España (nota mental: corroborar información). Ahí conocí el escudo de Madrid, que ya lo había visto anteriormente pero no le había puesto atención: un oso trepado en un árbol de madroño (¿qué diantres es éso?). Me llamó muchísimo la atención la arquitectura de la ciudad y el estilo de las construcciones por lo que tomé muchas (¡muchísimas! y seguiré tomando) fotos de éstas. Otros lugares que visitamos fue «La Plaza de los Cibeles», con su respectiva famosa y ostentosa fuente y de ahí fuimos a «La Puerta de Alcalá» (¡sí, la de la canción!) que está, precisamente, sobre la Calle Alcalá. Por cierto, por todo Madrid se pueden ver anuncios de las Olimpiadas del 2012, pues ésta es una ciudad candidata para ser la sede. El problema es que París también lo es y entonces ha sido interesante estar en dos ciudades con diferente propaganda al respecto, pero después escribiré de eso. El único museo que pudimos visitar en Madrid fue el «Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía» el cual, desgraciadamente, no pudimos ver completo a pesar de todas las horas que empleamos en recorrerlo. Tampoco se podían tomar fotografías dentro de éste, así que no habrá ninguna :(. Puedo recordar muchos Picassos dentro, así como varios Mirós y algunos Dalís. Podría haber pasado horas contemplando algunas obras, pero lo cierto es que lo que faltaba era tiempo, para variar. Por ahí afuera del museo está la estación de tren de Atocha, muy famosa pues fue en la que explotaron las bombas de los atentados del 11 de marzo del año pasado (¿sí fue el pasado?) en España.

El penúltimo día en Madrid fuimos a Toledo, que es un pintoresco pueblo centenario y cuasi milenario imprescindible de visitar si es que se visita Madrid. Como ando algo apurado de tiempo subiré imágenes de Toledo posteriormente pues ahora tengo que dejar de escribir. Ayer llegamos a París por la tarde/noche y hasta hoy recorrimos parte de la ciudad, pero de eso escribiré después.

Como sea, a menudo las imágenes dicen más que las palabras, y es por eso que he procurado tomar decenas de fotos a todo lo que me parezca interesante para después, con tiempo, poder recordarlo y asimilarlo. Si me es posible, en algunas horas subiré las imágenes pues ya las descargué a la computadora y aquí hay muy buena conexión de Internet 😉 :D.