Berlín: Ciudad cargada de historia y de sentimientos de culpa (Actualizado)

Así fue como percibí la ciudad después de recorrer una pequeña parte de ella, pero vayamos por partes.

Como comenté en mi relato sobre Köln, Alemania es un país totalmente diferente, con una cultura, idioma y costumbres ajenas a lo que vemos en México y con bastantes peculiaridades, pero en parte también eso lo hace muy atractivo. A diferencia de Köln, en donde había gente de todas partes (probablemente por el CSD), sí sentí el choque del idioma «de trancazo» en Berlín. Me sentí perdido por un momento con esas «palabrotas»; y es que el alemán, para agregar significados a las palabras, va juntando éstas hasta tener verdaderas «palabrototas» que pueden intimidar a quien, como yo, no tenía idea de nada. Claro está, por cultura general conocía lo más básico, básico, básico, como «danke» (gracias), «tschuess» (adiós), «bitte» («por favor» o «de nada») y alguna que otra palabra que te sirven para «ser amable» nada más, pero que en el sentido práctico no te van a ayudar a ordenar algo de comer en un restaurante, por ejemplo.

Superado el trauma del idioma (o mejor dicho, «aceptado» el hecho de que no entendería nada de nada en ningún lugar) procedimos Patrick, Ariel y yo a tomar un tren del aeropuerto hacia la estación del metro Zoologischer Garten en donde volveríamos a transbordar para llegar a casa de Pedro y Jörn, nuestros amigos que viven ahí en Berlín, que conocimos hace ya algunos añitos por Internet (¿hay otra manera?). Pedro es español, de Madrid, pero se fue a vivir a Berlín hace un año y medio ya, y sí que se ha adaptado ya a la ciudad y habla ahora alemán a la perfección :). Recuerdo que me platicaba, cuando estaba decidiendo si irse o no (no sabía una sola palabra de alemán), que no sabía si pronto podría aprender el idioma, conseguir trabajo (afortunadamente todos los habitantes de un país de la Unión Europea, como son el caso de España y Alemania, pueden trabajar en otro de la misma unión sin mayores complicaciones) y varios «peros» más; sin embargo, se arriesgó y lo noté como pez en el agua, hablando como si nada con los alemanes y con un trabajo estable. Me alegró el darme cuenta que sí se puede ;).

Después de llegar a su departamento sin perdernos (otra vez, bendito Patrick que habla alemán y pudo guiarnos entre los crípticos nombres de estaciones del metro :-D), saludarnos, platicar un poco y dejar nuestras cosas, procedimos a ir a desayunar con Pedro (pues Jörn se tenía que quedar a trabajar en casa) y a conocer la ciudad. El desayuno estuvo buenísimo pues consistió en un plato con algunas carnes frías, quesos, fruta y un pan bárbaro. Terminando de desayunar, ahora sí, nos fuimos con rumbo a lo que antes era «Alemania del Este», justo hacia Alexanderplatz, tomando antes un camioncito tipo panorámico, pero sin el techo abierto por el que pudimos ver varios monumentos y sitios interesantes, que Pedro nos dijo que un poco más tarde recorreríamos a pie, así que no nos preocupamos demasiado por ver mucho.

Habiendo llegado a Alexanderplatz, pudimos apreciar el famoso Fernsehturm así como también el Rotes Rathaus, entre otras cosas. Después de estar un rato ahí, seguimos nuestro recorrido hasta encontrarnos con el Berliner Dom, la fastuosa catedral de Berlín que también fue bombardeada durante la segunda guerra mundial pero que posteriormente fue reconstruída. El estilo es diferente del resto de las catedrales que vimos durante el viaje en otros países, sin que fuera menos interesante o majestuosa. Justo cruzando la calle después de la catedral se encuentra el Altes Museum, con su confortable y concurrido Lustgarten en donde descansamos un rato. Posteriormente continuamos el recorrido, viendo monumentos y construcciones aquí y allá; todas con cierta carga que no había podido descifrar muy bien hasta que llegamos a un lugar, cuyo nombre no puedo recordar (¿alguien me ayuda?) y que es solamente una construcción vacía en donde no hay nada más que una pequeña estatua en el centro de la misma que tiene a una madre con su hijo. Afuera de la construcción hay una explicación en varios idiomas de que se trata de un monumento dedicado a todos «los caídos» en circunstancias adversas, llámese en la guerra, llámese a los miles y miles de judíos muertos por el régimen Nazi o llámese a otras personas perecidas. Fue ahí en donde «me cayó el 20» y sentí la carga histórica que la ciudad está soportando sobre sus hombros y que es realmente pesada. Parece ser que todo Berlín grita al mundo: «¡perdón!» y al mismo tiempo ha sufrido tanto, aún después de la guerra con su separación mas también se ha regocijado con la nueva unión al caer el muro de Berlín y todos los demás acontecimientos históricos que tuvieron lugar ahí. Pero continúo con el relato.

Más adelante encontramos la Humboldt-Universität zu Berlin la cual comparte con mi ciudad, Cuernavaca, la admiración por el gran Alexander von Humboldt, famoso viajero mundial. Ahí pudimos ver una estatua del mismo, en español con una leyenda que rezaba: «Al segundo descubridor de Cuba«. Un poco más adelante se encontraba una biblioteca, cuyas paredes estaban bellamente decoradas con enredaderas que me recordaron mucho a plantas de aquí de Cuernavaca. Seguimos avanzando y encontramos una agencia de Peugeot (que no vimos nunca en Francia, qué raro) en donde había una exposición con algunos modelos prototipos y otros modelos nuevos a los cuales nos apuramos a tomar fotos, pues siempre me han gustado estos autos. Así fue como llegamos al famosísimo Brandenburger Tor, situado en la Pariser Platz, el cual marcaba la frontera entre las viejas Alemanias Occidental y Oriental. Ahí vimos a algunos activistas gringos con un letrero que decía «A New President for America», go figure…; también había una fotografía de «tamaño natural» en donde mostraba cómo había quedado ese histórico monumento después de que fue bombardeado en la guerra, y ahora que está completamente restaurado era fácil hacer la comparación. Otra vez, se sintió el peso de la opresión que ha tenido que vivir esa ciudad a lo largo de su historia. Estaba también escrito el relato de cómo ha cambiado ese lugar a lo largo de los años, el cual leímos detenidamente. Estuvimos ahí un buen rat y continuamos.

Llegamos un poquito más adelante al Deutscher Bundestag, el cual tiene un enorme jardín y en donde la gente aprovecha para tomar el sol (muy al estilo de los parisinos, jeje) por lo que hicimos lo propio. En algún momento Pedro hizo una imitación del acento mexicano (y es que Ariel y yo lo molestamos todo el tiempo a causa de su acento español jejeje) la cual no le quedó muy bien como las que hizo «fuera de cámara» pero de todas maneras la grabé en un pequeño vídeo. Un poquito más adelante del parlamento, llegamos a un pequeño parque en donde había muchos rectángulos negros de diferentes tamaños en varias hileras y el cual Pedro nos explicó que era un homenaje a todos los que sufrieron persecución (léase: judíos quemados) y que aunque a mucha gente no le había parecido que lo pusieran, lo hicieron. Aprovecho para comentar que en ningún lugar de todo Berlín vi escrita la palabra «Nazi» (en ningún idioma, ja) ni ninguna referencia a Hitler; ¿por qué será?. Continuamos caminando justo por donde pasaba el famosísimo Muro de Berlín hasta que llegamos a un lugar en donde aún hay un pedazo de este muro levantado, que es más bien una mínima parte toda grafiteada que la dejaron ahí para poder recordar. Tomamos fotos de ese lugar, no sin notar lo que Pedro ya nos había hecho saber: en Alemania del Este los semáforos tienen unos monitos (de «pare» o «siga») muy chistosos, con sombrerito mientras que en Alemania del oeste los monitos de los semáforos son «normales», como los que vemos en todo el mundo. Ahí se puede apreciar esta diferencia en un crucero que se encuentra justo en medio de donde pasaba el muro.

Rematamos el recorrido en Postdamer Platz en donde ahora hay muchas cosas, entre ellas un enorme centro comercial y en el cual Pedro aprovechó para comprarse una camisa nueva a la que le tenía ganas. Saliendo de ahí nos subimos a unos subibajas gigantes que estaban en la vía pública en donde nos divertimos como cuando éramos niños :-D. Ya era tarde y regresamos a la casa para bañarnos y prepararnos para salir a comer/cenar y después a conocer los antros de Berlín ;). Fuimos a un restaurante hindú en donde comí algo que no recuerdo (pero que trataré de hacerlo para mi post sobre la comida) pero que era pollo con especias y realmente estaba sabroso; el resto de ese día ya no lo relataré aquí por ser no apto para todo el público :-P. Sólo deberé agregar que en un barecillo al que fuimos conocimos a muchos españoles viviendo en Berlín y hasta a una mexicana, Isabel, que llevaba allá poco más de un año y por un momento nos olvidamos del complicado alemán para platicar en nuestro idioma, aunque estuviéramos en una tierra extraña :).

Al otro día, desafortunadamente, el clima cambió de manera drástica y la temperatura bajó mientras no paraba de llover; Ariel y yo nos congelábamos aunque los europeos no parecían tener frío, excepto por la molestia de la lluvia. Patrick, Pedro, un amigo griego de Jörn y Ariel decidieron ir de compras pero yo realmente estaba agotado así que me quedé en casa a dormir un rato y a platicar con Jörn, quien también tuvo que trabajar. Así estuve de huevas todo el día (de todas maneras no se podía salir) y un poco más tarde Jörn y Pedro nos llevaron al aeropuerto para tomar el avión de regreso hacia París, pues al otro día partiríamos a Suiza. Esto lo relataré en el último post sobre las aventuras europeas :(.

Sobre los lugares que describí aquí, presento las fotos de Berlín.

Actualización 19/julio 10:15: Arreglé el hipervínculo hacia el álbum. Gracias, Isaac, por hacerme ver que estaba mal 😛

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5 Respuestas

  1. Chaud Poser dice:

    Saaaludos! pasaste por mi blog y me tocaba checar tu pag.
    Que galan el peloncito de la foto, quien es? :-O

  2. Imoq dice:

    Es Pedro, nuestro amigo madrileño que vive en Berlín 🙂

    Saludos, Chaud 😀

  3. laa chikibum dice:

    EEEEEEEEEEE PAPITOOOOOO LOCO TE DOII X ADELANTE I POR DETRAAA

    :-O

    CHAUUUUUUUUUU

    LA CHIKIBUM 😛

  4. beto dice:

    que tal we como te fue en alemania yo regrese ayer y dime si los weyes con los que te fotografiaste son gays y tu tienes pareja, fuiste algun ligar gay y que estudaste o a que te dedicas
    saludos

    beto

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