El viaje a jarochilandia.

Aprovechando el viaje a Veracruz que tenía que hacer en auto, me acompañaron Ariel y Chris nadamás de vacaciones para distraerse algunos días en Veracruz. La pasamos muy bien, fuimos a varios lugares y conocimos la vida diurna y nocturna del puerto. Llegamos el martes y nos regresamos ayer domingo. Nos hospedamos en el Hotel Lois, sede del evento, el cual está relativamente cómodo y con una tarifa preferencial. Tiene una muy buena ubicación también, justo en la entrada de Boca del Río, a 5 minutos del World Trade Center, en donde fueron las conferencias, y a 10 minutos del centro de Veracruz, yéndose por todo el malecón.

El martes por la noche salimos a cenar y a conocer un poco el centro de la ciudad (bueno, a «re-conocer», pues tenía como 8 años que no iba a Veracruz). Al otro día asistí a las conferencias, por la tarde comimos en Carl’s Jr., el cual es mi restaurant de hamburguesas favorito y por desgracia no hay en Cuernavaca (ni en la Ciudad de México), así que aprovecho cualquier salida a otras ciudades para comer ahí. Por la tarde fuimos al cine (comentaré sobre esto en el siguiente envío) y esa noche nos dormimos temprano.

El jueves otra vez asistí a algunas conferencias, por la tarde comimos mariscos en el restaurant «La villa rica» los cuales estuvieron sabrosos, aunque los precios un poquito altos para mi gusto. Por la noche salimos de antro al «Zonic», el cual tenía barra libre desde las 11 de la noche y mejor no quiero recordar cómo terminé (sí, ¡Vodka, vodka, vodka!). Conocimos a algunos amigos y amigas ahí y nos la pasamos bailando como hasta las 4 de la mañana, que regresamos al hotel. Al otro día, viernes, no me levanté temprano y no fui a algunas conferencias por la mañana. Llegué hasta el medio día, creo recordar y por la tarde fue la conferencia magistral de Richard Stallman de la cual ya comenté. Por la noche del viernes fuimos al Vieu Carre pero el ambiente no estuvo muy bueno y cuando se terminó la barra libre nos regresamos al Zonic y ahí estuvimos hasta morir.

El siguiente día, el sábado, nos levantamos tarde (como a la una de la tarde) y fuimos a comer, después al acuario en donde tomamos muchas fotos a los peces (me impresionó la morena) y después de eso fuimos al cine. Por la noche, nos preparamos para volver a ir al Vieu Carre y esta vez sí estuvo a reventar. Como ya estaba cansado de tantos días de antro y de congreso les pedí que nos fuéramos «temprano» y salimos a eso de las cuatro y media de la mañana.

Ayer domingo ya sólo empacamos las cosas y emprendimos el viaje de regreso. Pasamos por la mamá de Ariel a Cuitláhuac, un pueblito cercano a Veracruz a donde había ido a visitar a sus amigas y nos detuvimos cerca de Orizaba a tomar algunas fotos del volcán. Posteriormente, en Puebla, comimos el tradicional mole poblano y continuamos de regreso hasta Cuernavaca. En general la carretera está muy buena y, esta vez sin tener que meter la pata hasta el fondo (vamos, nunca llegué a los 210 km/h como en viajes previos) hicimos relativamente buen tiempo de Cuernavaca a Veracruz y viceversa. No fueron ni cinco horas y así el viaje no estuvo cansado.

Tomamos muchas fotos y ya las puse en la galería de Veracruz. En general disfruté mucho del viaje y creo que fue un excelente complemento a la asistencia al congreso. Creo que regresaremos a Veracruz para el carnaval, dicen que el ambiente se pone muy bueno. Ya lo veremos, ya lo veremos ;).