Nueva casa vieja: ¡felicidad!
Si regresáramos el tiempo cinco meses atrás, a principios de diciembre de 2007, jamás habría siquiera pasado por mi mente que el día de hoy las cosas estarían como están. Ciertamente fueron meses MUY pesados, sobre todo para mis papás y para Ariel quienes realizaron prácticamente todos los trámites (que no son pocos, ni de cerca) pero que ahora tenemos lo que otrora habría sido sólo un anhelo: ¡una casa propia!.
Ya había escrito sobre todas las mudanzas por las que hemos pasado en los últimos ocho años Ariel y yo pero eso terminó defintivamente, pues el fin de semana antepasado realizamos lo que espero que sea la última mudanza, al menos de muchos, muchos años o de toda la vida. La casa, de la cual nos enamoramos al instante en que la vimos (habrá sido en parte porque en las semanas anteriores habíamos estado viendo casas y ninguna nos agradaba, ¡así como hay casas bonitas también abundan las casas feas en Cuernavaca!), se encuentra a 5 minutos del centro de Cuernavaca y a un minuto de la autopista. A pesar de estar a tan sólo una cuadra de la avenida más transitada de la ciudad, dentro de la casa reina por completo el silencio y la tranquilidad. Cuenta con un amplio espacio y jardín (ok éste no tan grande como el de la última casa que rentábamos) para que estén las niñas (Perdita, Fiona, Noche, Mavra, Blanquita) y éstas estuvieron felices desde el día de la mudanza: corriendo para arriba y para abajo como si adivinaran que ahí pasarán el resto de sus días.. ¿qué más podemos pedir?.
Me encuentro muy feliz y agradecido por cómo se dieron las cosas; aunque como comenté al inicio: fueron meses pesadísimos al final de cuentas no siempre se puede decir que en menos de 5 meses te aprueban un crédito, buscas la casa ideal, realizas los trámites necesarios, le haces tooodas las reparaciones y los arreglos pertinentes y te mudas a ésta. Somos afortunados de tener una familia como la que tenemos, en la que todos los miembros se esforzaron (¡gracias en especial otra vez a mis papás y mis hermanos!) y estoy por completo consciente de eso.
Así pues, inició a partir del sábado 26 de abril un nuevo capítulo en nuestras vidas, que estoy seguro que será tan bueno o hasta mejor que todos los anteriores. Todos nuestros amigos son bienevnidos a visitarnos cuando así lo deseen, y en alguna fecha próxima que terminemos de hacer todas las adecuaciones a la casa los invitaremos, como siempre, a que nos acompañen en lo que será la primera (¡de muchas también, espero!) fiesta ahí.
Muy pronto vendrán fotos ;).
Imoqlindo!
DE verdad me da muchísimo gusto que estén finalmente en su casita y sobre todo, que estén bien y disfrutándola…
Con toda el alma deseo que los años que vienen puedan pasarlos ahí con toda la dicha del mundo, compartiendo sus vidas, como hasta ahora, siendo ejemplo de estabilidad y amor…
Muchísimas felicidades, besitos y galletaS:
Hely