Treinta y uno
Sé que esta broma ya la hice como tres veces pero no me importa; es mi blog y lo vuelvo a poner: el domingo pasado cumplí 31 29 años. Ya… ahora me siento otra vez más tranquilo :P. Por supuesto que ya llegué a la edad de «descumplir» años y de aquí en adelante todo será felicidad año con año :P.
No, ya hablando en serio… este año se me hizo un poquito menos difícil el cumplir años de lo que fue el año pasado cuando cumplí 30. No sé, supongo que el hecho de salir de «los veintes», aunado al estado de mi vida ese año sí fue un poquito traumático y me hizo sentir las cosas maximizadas. Por supuesto, no estoy feliz de hacerme viejo día a día aunque tal vez debería pues es inevitable para todos y una ley de la vida, ¿no?. De todas maneras, ya lo estoy empezando a tomar con un poco más de filosofía :).
Algo que sí he podido notar últimamente es que el año pasado dije como broma que no me habían aparecido canas mágicamente. Tampoco tuvo nada qué ver la magia, pero este año ya puedo notar más canitas ahí, asomándose aquí y allá. (Diego: ¿en dónde estás? ¡quítame mis canas!). No me traumaré en tanto representen menos del 1% de la superficie total capilar :P. De arrugas no veo mucho cambio, aunque quién sabe; las fotos pueden ser reveladoras en estos casos. De pancita… bueno, ahí sí veo algo pero la culpa la tiene la completa vida sedentaria de chilangolandia :P.
En un tono un poco más serio… lo cierto es que no sé por qué me quejo por cumplir años, si no debería hacer otra cosa más que estar feliz y agradecido. Tengo a Ariel, tengo a mi familia, tengo salud, tengo amigos, tengo trabajo, tengo mis pasatiempos… ¿por qué debería estar traumado?. No sé, supongo que se puede tratar de una inherente mala idea de asociar la edad con las cosas negativas. Tal vez lo único que ha sucedido es que las cosas se están poniendo mejor ;). Este año, por supuesto, tampoco fue todo facilidad ni felicidad pero el panorama sí pinta más positivo que el anterior. Si a eso le sumamos que una semana antes de mi cumpleaños, empezando por el fin de semana antepasado pasé casi todos los días de manera fabulosa, como si estuviera viviendo una película (en serio no sé qué pasó, como que el universo se empeñó en hacerme sentir bien a diario) pues realmente no me puedo ni me debo quejar.
Como ya lo relaté, el día de mi cumpleaños me la pasé viajando de regreso de Guadalajara a la Ciudad de México en compañía de Ariel. Aunque por ratos me puse un tanto neuras (¿yo? nooooo) gracias al tráfico, Ariel se merece una medalla por soportar mi mal humor :P.
El lunes por la noche Lalo (junto con Fer) me invitó a cenar y me dio unos fabulosos regalos (lo cierto es que quería compensar de cierta forma el plantón que nos dio pero ése es cuento aparte y que ni crea que se lo he perdonado aún ¬¬) que no me esperaba y que no me pudieron encantar más: dos figuras de Final Fantasy; uno es Kefka, mi villano favorito de mi videojuego favorito: FFVI y a Ifrit un summon de muchos de los FFs. Adicionales a estos dos iba un muñeco de Palpatine (en versión Darth Sidious, pre «accidente») y un Yoda con su lightsaber. Por si lo anterior fuera poco, ¡también el FFII para PSP!. Y es que estoy jugando ahorita (a ratos, muuuy de vez en cuando, que puedo quitarle el PSP a Ariel :P) el FFI y la verdad es que está buenísimo.
Aquí hay una foto de éstos (tomada con el móvil, así que no le pidan mucho a la calidad :P):
Llegando al depa me encontré con otra sorpresa: Alfredo me regaló una caja de chocolates belgas finíiissssssimos que hasta miedo me da acercarme a ellos para no terminármelos. Confieso que ya me comí uno y… ¡oh, dios! qué cosa tan deliciosa. Me gustaron tanto que igual les tomé una fotito:
Hoy en la oficina me trajeron un pastel de triple chocolate (*yummy*) y me hicieron de desayunar :D. También me regalaron una cajita muy nice de trufas de chocolate traídas directamente de Francia 😉 (for real :D).
En fin, independientemente de los regalos estoy feliz por tener cerca a buenos amigos a quienes en verdad quiero. ¡Muchas gracias por su amistad a todos mis amigos!.
Este año supongo que no habrá fiesta… igual el cumple de Ariel (como todos recordarán :P) es dentro de dos semanas (también cumple 31, ¿eh? pa’ que no digan que estoy más viejo yo) pero no nos apetece hacer fiesta, tal vez hagamos algo pero lo más seguro es que no. Ya veremos, dijo el ciego.
En fin… ¡sapo verde soy yo!. A enfrentarme a la vida a mis 31 29 (lo hice otra vez jojojo) y a seguir descumpliendo ;).
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