Puente de noviembre en Guadalajara (bonus: comida en la playa en Colima :D)

Desde el miércoles por la noche y hasta el domingo de la semana pasada, como ya lo había anunciado, nos fuimos Ariel y yo a Guadalajara. Ariel está en trámites para posiblemente entrar a estudiar un doctorado en inmunología en la UDG aunque la competencia es mucha y el tiempo poco. Ya veremos qué sucede.

Nos fuimos manejando porque los vuelos, aparte de carísimos por el puente, estaban abarrotados por la misma razón. El viaje de ida fue realmente muy tranquilo y muy rápido: salimos un poco después de las 9 de la noche de la Ciudad de México y a eso de la una de la mañana ya estábamos en Guadalajara, en el departamento de Enrique (quien nos dio hospedaje :D). El irnos manejando también nos dio el plus de tener el carro una vez que estuvimos allá.

El jueves Ariel se fue desde muy temprano a la universidad a su entrevista, plática informativa y presentación del tema que debía exponer. Yo me quedé en el depa echando la hueva descansando todo el día, navegando en Internet con una señal inalámbrica robada gratuita (:P) y jugando FFXI. Ariel regresó a eso de las cinco de la tarde y nos fuimos de inmediato a comer y a dar la vuelta pues ya hacía hambre… ¡MUCHA hambre!. Esa noche pensábamos salir, pues Ariel ya había terminado de hacer todo lo «oficial» de la visita y el resto del tiempo era libre, pero estaba tan cansado que se quedó dormido y ya no fuimos a ningun lugar. Mejor aún porque dormí y descansé lo que no había hecho en mucho tiempo.

El viernes nos levantamos «temprano» con hambre y con antojo. Como estábamos en Guadalajara, por supuesto que debíamos probar las ya tradicionalísimas «tortas ahogadas» así que nos dispusimos a buscar algún lugar cercano al cual se pudiera llegar a pie. No tardamos mucho en encontrar un pequeño lugar y no nos equivocamos pues las tortas estaban deliciosas. Caminamos un poco más, regresamos al depa. Descansamos otro rato, nos alistamos para ir a dar la vuelta, al cine, a comer (me comí un suculento corte de 400 gr. :P) y francamente a disfrutar el día. Por la noche vimos un rato a Enrique (porque, aunque estábamos en su depa él no se quedó ahí :P) y a Juan, con quienes fuimos a cenar a un restaurante de fuchi (sushi, pero es que no me gusta :P) y después Ariel y yo fuimos al famosísimo «Circus» en donde estuvimos como hasta las 4 de la mañana y estuvo repleto a reventar. A pesar de eso fue muy divertido ;).

Nos dormimos de inmediato, pues el sábado teníamos que ver a eso del medio día a Gildardo y a Édgar con quienes íbamos a ir a comer. La genuina sorpresa la recibimos cuando nos vieron y nos preguntaron «¿y los shorts?». No entendíamos hasta que nos dijeron que iríamos… ¡a la playa! y así fue :-O :D. Manejó Gildardo un poco más de un par de horas hacia Colima, específicamente a un pueblo llamado Tecomán («La capital mundial del limón», como se autonombra) en donde buscábamos un lugar específico para comer: «Las hamacas del mayor» pero jamás lo encontramos, así que siguió manejando y llegamos… ¡a la playa!. Terminamos comiendo en un restaurante llamado «Boca del río» (cuyo lema es «la capital mundial del pescado zarandeado, pero ninguno de nosotros lo probó :P). Es cierto: la comida no era fabulosa, ¡pero estábamos comiendo camarones en la playa!. Eso sí era lo fabuloso. En el lugar estaban celebrando una boda y nos tocó todo el relajito: desde el vals hasta «la víbora de la mar», pasando por la partida del pastel y la bañada del novio en la alberca :-O. Sí, muy sui géneris todo. Me tocó descansar en una hamaca y realmente no me quería ir de ahí pero debimos hacerlo para regresar a Guadalajara ya anocheciendo. Gildardo escribió un poco sobre esto en su blog.

Ese mismo día me llevé otra agradabilísima sorpresa: por la noche conocí a Gustavo, a quien ya conocía Ariel de una visita previa a Guadalajara y quien lee ImoqLand desde hace algún tiempo. Dice que me había enviado ya un par de correos y yo de groserote jamás se los había contestado (¡perdón! 😛 jeje). Como sea, fue muy agradable conocerlo y platicar con él; estoy seguro de que nos podemos tratar más y llegar a ser excelentes amigos. Fuimos a cenar juntos y un poco más tarde al famosísimo «Monica’s» en donde se celebraba la ya igualmente famosa fiesta anual de disfraces. Fue muy interesante ver varios de los disfraces participantes (nos tocó ver a los diez finalistas), aunque a mi gusto no fueron los mejores. Eso sí: ¿qué le pasa a la gente con la obsesión con Jack Sparrow? Vimos AL MENOS unos diez disfrazados de tan singular personaje. Raro. Lo único no tan bueno de la noche es que el lugar estaba A REVENTAR. He ido a lugares vacíos, con poca gente, con algo de gente, llenos, llenísimos, a reventar y… Monica’s. No se podía caminar, no se podía mover y ciertamente no se podía ordenar ni un trago. Tuvimos «suerte» de poder tomarnos 2 vodkas en toda la noche. Ni modo :P.

Salimos de ahí a eso de las cuatro y media de la mañana (creo) y nos dispusimos a dormir, pues al otro día, domingo, debíamos levantarnos «temprano» (otra vez, ya sé, jejeje) para regresarnos manejando. Terminamos saliendo de Guadalajara como a la una de la tarde y el plan era, por supuesto, llegar a la Ciudad de México a eso de la seis. ¡JA! ¡ILUSO DE MÍ!. Resulta que a todos los chilangos del universo se les ocurrió regresar a la misma hora, por la misma carretera y las casetas antes de llegar a Toluca (que son como 4, más o menos) estaban de no creerse… como 45 minutos para poder llegar a cada caseta, con colas hasta de 3 kilómetros antes de éstas. Haz las cuentas. Terminamos haciéndonos un poco más de tres horas extras a las planeadas. Igual, como era mi cumpleaños y yo estaba encaprichado con no perderme la noche de cine que habíamos pensado originalmente, igual vimos una película, aunque ya todos super cansados :P.

En este viaje olvidamos la cámara, pero Gildardo tomó algunas fotos cuando estuvimos en la playa de «Boca de Pascuales» de las cuales elegí muy poquitas y las puse en esta micro galería. Que conste que el crédito de las fotos va para Gildardo :P.

Me encantó haber pasado algunos días en Guadalajara: la ciudad me encanta y los amigos a quienes pudimos ver allá (Enrique, Juan, Gildardo, Édgar, Gustavo) nos trataron de maravilla y quedamos encantados. Espero que regresemos muy pronto :D.

Edgar, Ariel e Imoq en Boca de Pascuales.

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3 Respuestas

  1. elena sandoval dice:

    8-)me encanto como te divertiste 😆 que bueno todo mundo merece divertirse sanamente

  2. MAXIMUS dice:

    DISCULPA ERES GAY ¡

    OJAL Y QUE SI LO SEAS POR QUE ASI NO HAY PROBLEMA POR TU BLOG TAN PUÑAL ¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡

    Y SI NO LO ERES QUE LASTIMA DE CARA NO LA DESPERDICIES Y VUELVETE PUTO ¡¡¡¡

  3. NO REGISTRADO dice:

    FELICIDADES….. ¿ERES GEY? 😛

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