¡De regreso en México!

Así es; vengo llegando a la tan familiar Cuernavaca de mi corazón. No me había dado cuenta de que extrañaba algunas cosas hasta que llegué aquí, y las perras hicieron más fiesta que un cumpleañero feliz. Se siente bien el estar en casa otra vez. ¿Extraño cosas de mis vacaciones? ¡Sí que las extraño, y mucho! Pero ya tendré tiempo durante los siguientes días para asimilar todo y hacer el intento de plasmarlo con palabras.

Es muy bueno para mí tener mi computadora con Linux otra vez; ¡realmente la extrañaba! En París usaba Windows XP en francés y aunque tenía FireFox no era lo mismo; igual en Berlín, Pedro tiene un dual boot en su computadora con Windows XP en alemán y Linux, pero es gentoo (yiack! jejeje). Lo bueno es que ya tengo todo mi entorno tal y como me gusta :D.

Ayer fue una locura de día: por la mañana estábamos en Vevey, Suiza; de ahí nos fuimos en coche de Patrick hasta París, para recoger las cosas y hacer las maletas e irnos al aeropuerto con destino a Madrid. Llegamos sin (muchos) contratiempos y como aún disponíamos de algunas horas para el vuelo de conexión con la Ciudad de México, aprovechamos el tiempo para volver a caminar por las calles de la exquisita ciudad. ¡Madre Patria, cuánto te extraño, cuánto me gustaste!. Volamos durante toda la noche y aterrizamos hace apenas algunas horas en la Ciudad de México, en donde tomamos («cogimos» lo habría dicho si estuviera todavía en Europa jojojo :P) el autobús aquí a Cuernavaca.

Tengo muchas; muchísimas cosas sobre las cuales escribir, y lo haré. Tengo también muchas fotos qué disfrutar, las cuales pondré también en cuanto tenga oportunidad. Sólo pude narrar la mitad de la aventura «en tiempo real», mientras estaba en París. La otra mitad tendré que narrarla de la memoria y de lo que me recuerden las fotos.

Estoy cansado, sí: tomar siete aviones en tres semanas no es para nada algo que hago frecuentemente y los viajes sí que cansan, pero las experiencias son realmente enriquecedoras.

Bueno; continúo con mis actividades que la casa ha estado sin nosotros durante tres semanas y hay muchas cosas qué hacer aquí.