Apendicitis

Anoche nos llevamos tremendo susto: mi papá nos llamó desde el hospital para decirnos que mi hermano Fer (papá de Alexei y Nurit Atl) estaba internado pues aparentemente tenía apendicitis y un rato después lo confirmaron: debían hacerle una apendicectomía para extirparle este inútil órgano, pues de lo contrario corría el riesgo de que le reventara, provocándole una peritonitis. Entró al quirófano casi a la media noche y poco antes de las dos de la mañana terminó la operación. Esperaron a que pasara la anestesia (en esta intervención quirúrgica no es necesario poner anestesia general, sólo raquídea) y ya lo pasaron a descansar. Esperan que hoy por la tarde ya coma y si todo sale bien, mañana lo darán de alta. Deberá descansar entre dos y tres semanas, pero todo estará bien.

Ariel me explicaba que (creacionistas: absténganse de leer ésto) el apéndice realmente no sirve para nada, pues fue un órgano que heredamos evolutivamente de cuando éramos hervíboros y ahora ya nada más está ahí, haciendo alguna función menor pero principalmente estorbando.

A mí me aterra pensar en entrar a un quirófano, o que alguien de mi familia lo haga. He estado ya en un quirófano pero como «ayudante» (mejor dicho: mirón) cuando a Ariel le extirparon las amígdalas pues un amigo médico iba a estar de asistente y me invitó a presenciar la operación. No se lo deseo a nadie. Por fortuna, a pesar de que mis padres ya tienen 50 años hasta el momento no han requerido una intervención mayor y mis hermanos tampoco. Huelga decir que deseo que las cosas sigan así.

¡Recupérate pronto, Fer!