Mi historia en Internet: El IRC (Internet Relay Chat)

Hoy estuve como loco por la mañana con mil y un pendientes que tenía en la oficina, pero por fin los terminé y me di un tiempo para escribir sobre algo que tenía ganas desde hace algún tiempo: cómo me inicié en la Internet y específicamente, mi relación con el IRC. Cómo inicié en el mundo de la computación es un tema aparte que relataré posteriormente, pues en aquellos tiempos la computación no estaba íntimamente ligada a las telecomunicaciones como lo está ahora y todas las máquinas eran un montón de aparatos solitarios.

Como background, puedo mencionar mis primeros pininos en las telecomunicaciones por allá de 1991 o 1992, cuando descubrí el primer BBS (Bulletin Board System) que se llamaba «MegaLink» y al cual te conectabas por medio de un fabuloso módem de 1,200 bps, si es que tenías suerte. A veces me tuve que llegar a conectar a 300 bps, cuando las líneas telefónicas estaban muy sucias y había ruido en ellas. No, no estoy hablando de 300 kbps, que es una velocidad equivalente a la normalidad para las conexiones por DSL o cable de estos días, sino estoy hablando de una conexión 100 veces más lenta que las actuales. Para dar una idea mejor: quien aún se conecte por módem a Internet (sé que todavía hay muchas personas que lo hacen), se conectan en una situación ideal a 56,000 bps. Imagínense lo que sería hacerlo a 300, o con suerte a 1,200 bps. Era la muerte. Evidentemente toda la interfaz era de texto, si acaso había colorcitos pero nada más. Otra de las peculiaridades de este BBS era que sólo contaba con una línea telefónica, por lo que nunca era posible «chatear» con alguien «en tiempo real» sino que descargabas los mensajes que los usuarios escribieran para contestarlos offline o, si tenías suerte, desde a la consola (la computadora) del BBS alguien se podía conectar (generalmente Robi, Rafi o Raúl: los administradores del mismo) y podías platicar con alguno de ellos. Si a todo eso aunamos que en ese entonces yo no vivía en Cuernavaca y tenía que marcar larga distancia para estos jueguitos pues estaba frito realmente. Existían otros BBSs en varias partes del país y del mundo; en la Ciudad de México era muy famoso el Sprint BBS, entre otros. También recuerdo que si querías descargar algunos programas muy especiales (como las actualizaciones del antivirus de McAfee, que ya existía desde entonces con el famoso «scan» y «clean») tenías que conectarte por larga distancia a alguno de sus sitios en los Estados Unidos. Ouch indeed!.

En 1994 entré a estudiar la carrera de Ingeniería en Sistemas Computacionales y en mi escuela afortunadamente contaban con una conexión a Internet, y fue cuando descubrí esta maravillosa red que en la actualidad se ve como algo totalmente común y corriente pero que en ese entonces era una novedad reservada para algunos cuantos, al menos en México. En ese entonces el protocolo de web, http no era muy popular y las pocas páginas que existían eran de Universidades y algunas páginas personales (de estudiantes y maestros, mayormente). Casi no existían páginas comerciales (¡qué tiempos aquellos!) y la información se buscaba más bien por otros métodos como el ftp, gopher, archie y algunos otros. Las computadoras desde las cuales me conectaba a Internet eran unas estaciones de trabajo UNIX, específicamente las RS/6000 de IBM que ejecutaban AIX en un bonito ambiente gráfico X. Fue ahí en donde conocí por primera vez el Mosaic, antecesor de Netscape e Internet Explorer. Fue precisamente en esas computadoras también en donde descubrí un fabuloso programa: el Zircon, que era un frontend para IRC y que está escrito en Tcl/Tk aunque en ese entonces no lo sabía (ni me importaba). Lo que sabía era que por medio de ese programa podía conectarme a diferentes servidores alrededor del mundo, que estaban unidos entre sí y que podía charlar en tiempo real con miles y miles de personas de la mayoría de temas imaginables, y muchos más inimaginables. Lo que tampoco sabía en ese entonces, es que el programa estaba configurado para conectarse a la red de efnet aunque con el tiempo fui aprendiendo mucho más al respecto. Frecuentaba los canales de «#espanol» y «#mexico» (porque todos los canales en IRC -los públicos, al menos- inician con un símbolo de «#») y posteriormente fui conociendo a otras personas con mis mismas «inquietudes» (por así decirlo) y fundamos un canal que se llamaba «#gatorade» aunque entrábamos pocas personas y quienes lo hacíamos vivíamos en ciudades tan diversas y alejadas como Guadalajara, Ciudad de México, Cuernavaca, Puebla, Monterrey entre otras. Era difícil conocer gente «en la vida real» de esa manera aunque sí llegó a suceder. Hay que recordar que era 1994 y que las cosas eran diferentes en ese entonces. El Zircon o algún otro programa gráfico sólo los podía usar desde las computadoras de la escuela, pues desde la casa, por modem, al ser todo en modo texto debía usar un programa de texto llamado simplemente «irc» al cual se le podían agregar scripts para mejorarlo. En aquel entonces, o tecleabas muy rápidamente y ponías atención a lo que sucedía en la pantalla, o simplemente te perdías.

En ese entonces me gustó mucho más dedicarle horas y horas a la red (como si ahora no lo hiciera, aunque por otras razones ¬¬) y aprendí mucho al respecto. En IRC se puso la moda de usar los famosos bots y obviamente participé. Tenía varios bots en los diferentes canales: «Imoquito» en el canal #espanol y «Tequilita» en el canal #mexico. También existía «XLI» en el canal #gatorade y algunos otros que aparecían y desaparecían. El tipo de bots que utilizaba eran los eggdrops y hasta la fecha siguen siendo muy populares para IRC :). En esa época (1994-1996, más o menos) conocí a muchos amigos con quienes aún tengo algún contacto ocasional. Algunos otros se perdieron por ahí, aunque han aparecido de vez en vez como en el caso del «Vi*jErO» (ViAjErO) quien apareció apenas en mi mensajero Jabber y hemos conversado. Como él, otras personas han aparecido y desaparecido desde entonces. Lo divertido de la red, además de platicar con muchas personas y perder todo el tiempo del mundo, era tratar de «tomar» los canales de manera ilegal; es decir, tener el control de los mismos pues la primera persona que entraba era el «operador» del canal y él podía decidir a quién sacar (darle kick) o expulsar (darle ban) y el operador podía hacer operadores a las personas que él decidiera. Claro está, éstas personas a su vez podían hacer operadores a alguien más o incluso quitarle el estatus de operador a quien se lo proporcionó originalmente. Para eso existían los bots, para tener siempre el control de operador del canal, independientemente de que estuvieras conectado al IRC o no. Como en efnet no había registro de canales ni de nicknames, era harto divertido tomarlos aprovechando los netsplits (la desincronización cuando dos servidores se desconectaban y eventualmente se volvían a conectar para integrarse a la red).

La época de efnet pasó y al hacerse más anárquica la gente se fue mudando paulatinamente a otras redes de IRC, como lo eran undernet y DALnet en donde había más control y existían cosas como el registro de canales y de nicknames. En esa red algunos amigos y yo fundamos el canal #gaymexico hacia donde mudé al famoso XLI. Para ese entonces ya corría el año de 1997 o 1998, más o menos (me disculparán si no soy preciso con las fechas, pero todo lo saco de mis recuerdos) y el Internet ya había crecido de una manera considerable: se había masificado, aunque todavía no se había dado el boom de las empresas «.com».

Paralelamente a mi participación en Undernet, empecé a entrar a un pequeño servidor que albergaba a pocos cientos de usuarios: el famoso «sundi.basico.uaa.mx» de la Universidad de Aguascalientes el cual estaba conectado con algunos otros y que administraba el famoso «varecci». A esa pequeña red le denominaban «Red Latina» y su mejor particularidad era que se encontraba en México y el acceso para los usuarios mexicanos era más rápido. Empecé a entrar de manera regular, y posteriormente me entró la curiosidad por tener mi propio servidor de IRC. Aproveché que en la escuela no sabían mucho (jojojo, perdón si quien me lee trabajaba en el área de sistemas en ese entonces) o no les importaba e instalé el servidor de IRC en «academ02.mor.itesm.mx». Eventualmente uní ese servidor con la «Red Latina» de varecci pero se empezaron a suscitar algunos problemas como el hecho de que hacían falta más servidores para la red y varecci no quería aceptar la integración de éstos. En algún momento decidió desconectar a «sundi» de la red y se quedó como un servidor independiente. Fue entonces cuando yo, junto con «b0la» y varios otros dueños de servidores decidimos renombrar la red a «Red-L@tina» y registré el dominio Red-Latina.Org que iba a servir como entrada a la red por medio de un método de round robin en los DNS, para que los usuarios entraran a servidores indistintos, así como la creación de una página web en donde se daba información de la red, entre muchas otras cosas. Habíamos empezado, pues, la creación de una nueva red de IRC, mayoritariamente mexicana pero en general de habla hispana, de manera formal. En esa época conocí también a muchas personas valiosas y agradables y como administrador primario de la red y operador de IRC (IRCop) tomaba las decisiones más importantes con respecto a la misma. Se unieron muchos servidores, hasta llegar a tener alrededor de 10, y llegamos a alcanzar una base de más de mil usuarios concurrentes; algo extraordinario para aquella época. Acabo de darme cuenta que hay un párrafo documentando esa parte de la historia en Internet, y ni siquiera estaba consciente de ello. Qué cosas. Aún así no estoy seguro de las fechas que mencionan ahí y creo que las que yo especifiqué son más acertadas. Podría verificar en los archivos de registro (logfiles) que tengo en casa (guardo todo lo que hago en Internet) pero creo que no tiene caso.

Eventualmente me cansé, me aburrí y tuve otros intereses y me fui alejando de manera paulatina de la red. Estoy seguro del año porque fue cuando conocí a alguien por esa misma red, en 1999 decidí dejarla por la paz y transferí los servidores DNS a «numbsh0t» y «julio-c» quienes tenían un servidor en Puebla. En algún momento hubo necesidad de actualizar el registro del dominio, ellos lo hicieron y dejó de estar a mi nombre. Big deal, no me importó en ese momento pues yo ya estaba alejado por completo de ese ambiente y del IRC, pero algunos meses (¿o años?) después varios usuarios se quejaban aún conmigo de que un tal «ToRo» (quien, por cierto, me solicitó unir su serivdor de «Chapingo» a la red cuando yo ya casi iba a abandonarla) tomó el «control absoluto» de la red y que al tener los derechos sobre el dominio hacía lo que se le pegaba la gana. Para ese entonces yo ya pensaba que ésas eran niñerías y francamente pendejadas y no les di importancia.

Desde el año 2000 hasta el momento he tenido muy poco contacto con IRC. Las cosas han cambiado drásticamente en Internet. Ya todo es gráfico y los clientes de texto fueron paulatinamente sustituídos por programas que cuentan con mil y un monerías, como el famosísimo mIRC (que es probablemente el programa gráfico más popular para Windows) o el XChat para Linux. Por desgracia, gracias a la masificación del web ahora la gente prácticamente sólo conoce los chats esos que se ven en las páginas web que usan java, javascript o alguna otra de esas jaladas. Son pocos quienes todavía entran al old fashion pero confiable IRC. En este último par de años me he dado una vuelta por Red-L@tina y he visto, con gusto, que ha continuado creciendo y ahora tienen muchos más usuarios, ofrecen muchos servicios y en general están muy bien. A donde sí llego a entrar con cierta regularidad (aunque cuando estoy muy ocupado no lo hago), es a freenode pues en esta red se alojan la mayoría de proyectos de Software Libre y alguno que otros canales de conversación como el #unixmexico, entre otros.

Espero que el relato sirva para varios propósitos, como son: el dar a conocer el IRC a quien no lo conozca y tal vez le interese entrar, el que algunos viejos amigos (no listo nicknames porque no recuerdo a todos y luego se pueden sentir) recuerden los viejos tiempos y el simplemente dejar una constancia documentada sobre una pequeña parte de mis aventuras en la vasta Internet a través de los años.