Archivo diario: octubre 26, 2005

No era mi intención, pero esta semana literalmente miles de chiquillos han hecho emerger al ogro guardado no-tan-recónditamente dentro de mí. La cosa está así: normalmente me agradan los niños (adoro a mis sobrinos) aunque debo confesar que después de un rato de estar y jugar con ellos sí me llego a cansar de los gritos y quisiera encontrar algún botón de «off» para descansar un rato. Ahora, imagínense eso pero con más de 10,000 niños al día que recibimos en la SNCyT: es la muerte. Y es que yo siendo computólogo («informático», le llaman algunos), prefiero mil veces estar...